Los intentos de despeje de la zona ribereña de Asunción en el siglo XX no prosperaron y solo lograron el traslado de una parte de su población, la que fue sustituida por nuevos migrantes que siguieron arribando a la capital paraguaya, como consecuencia de la falta de oportunidades en el área rural, y que ocuparon el espacio dejado por los pobladores relocalizados.
Sin embargo, la construcción de obras de infraestructura vial llevadas a cabo desde el año 2011 en la ribera asuncena va produciendo una transformación radical de la zona, propiciándose las condiciones para el desarrollo de grandes emprendimientos inmobiliarios y el desplazamiento de la población ribereña, que ve así perder su derecho a vivir en la ciudad mientras se consolida un proceso de gentrificación.